La Guardiana del...

 Hoy la Guardiana del silencio, del oráculo, se ha quedado en su guarida, acurrucada en una mezcla de llanto interno, de dolor profundo y de querer habitar en ese instante donde nada se mueve, pero cada susurro de sus latidos es un pulso de nostalgia, de sentimiento, de deseo, de derrota y de querer ir un paso más profundo.

Ya no sabe si está estancada como el agua de un antiguo pantano que se va secando.

O quizás está ahí regenerando existencias de distintas soledades.

Sí hoy la Guardiana se acurruca, le duele el cuerpo, le duele el mundo, el existente que ve y el existente que percibe. 

Como canta una canción, vuelve la historia y es cada vez más cruel.

Y aún así, confía en otras miradas venideras, y aunque parece que uno de sus sentidos se va apagando, sabe, que no le importaría vivir así, en su guarida, cual loba ancestral, solitaria y dadora de aromas.

Ser invisible encendiendo luces en los laberintos escondidos de otros. Prendiendo varillas de inciensos, para perfumar el viento.

Hoy la Guardiana, siente este cuerpo, que es barro, es tierra, cansado del dolor que un día se instaló.

Pero como guardiana de los misterios sin palabras, comprende sin entender que su mundo es ese, que la vida eligió vivirla así, con tanta deformidad, dolor.

Y quien dijo que eso no es vida?

Quién dijo que eso no debería ser así?

Si!!! Le gusta fantasear con amores imposibles, con sensaciones que nunca la han alcanzado.

Le gusta sentirse aire, bruma, fuego, mar, árbol y orilla donde arribar.

Y lo es todo,

Y lo es nada,

Y balancea su vida, entre sueños, fantasías y realidades.

Porque así es ella,

Porque así siente, porque así vive.

La Guardiana Del Oráculo.