18 de junio de 2022




 Hace unos días, me encontré esta foto, 

Me sugirió incontables historias.

Pude ver en ella, a una persona que justo instantes antes por su herida siempre abierta, se hiere y me hiere. Y por mucho amor que le dé, al no amarse ella, todo eso que se le da, parece irse por esa apertura, por la que seguro un día no supo hilvanar para poder cerrar, lo peor, quizás es que ahora parece no querer cerrarla, y se hiere, y hiere.

Quizás no pudo, no supo, no quiso darle un nombre, atender que le traía, y de tanto dejarla ahí, abierta, se rindió.


También me trajo el susurro de las personas resilientes, que aún rotas y vacías brillan y dan y toman de la vida, aunque todo lo que toman parece esfumarse. Y siguen, hasta que un día la herida cicatriza.


Las que se dan un tiempo para vaciarse y dejar que lo que tenga que salir salga, para dejar que la luz vuelva a entrar.

Todos hemos estado, estamos, o estaremos heridos.

Y creo que todos tenemos capacidades infinitas para hacer de lo rasgado una obra de arte, una obra de arte que no le tiene porqué gustar a nadie, solo te tiene que traer calma a ti, bálsamo a ese espacio rasgado, cosido o hilvanado. Y desde ahí, todo lo que ofrezcas al mundo será verdad.


https://youtu.be/i-YtWbfo-pQ

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